Los días de Ana Sofía parecen de mil horas. De día trabaja para pagar la renta y sobrevivir en este sistema. De noche, escribe artículos de opinión y apoya la causa feminista. En el medio de todo eso, se dedica a su vocación: el arte. Artista conceptual y comunicadora establecida en la ciudad de Panamá, su trabajo está inspirado en sus experiencias como mujer de color en el territorio que actualmente se conoce como Latinoamérica. En sus obras retrata objetos, acciones y escenarios domésticos fuera de su contexto, donde describe con metáforas sus frustraciones frente al sistema patriarcal. Para Concolón, contó el calvario de Ily y de las jóvenes que nunca deciden, ni son escuchadas.